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Un discreto complejo de apartamentos ubicado junto a la playa de Patalavaca en Gran Canaria, esconde un restaurante único en su especie que se ha convertido en un referente culinario a nivel internacional.

Con vistas al mar y a la piscina comunitaria, este restaurante sólo sirve cenas con horario europeo y restringe su aforo a 50 personas por jornada, como forma de garantizar una calidad en las elaboraciones que los han llevado a conseguir dos soles Repsol y una estrella Michelin.

Matices nórdicos con el mejor producto local en Mogán

El chef Germán Ortega en los fogones y Nikola Ivicic, como jefe de sala, han dado forma a una maquinaria perfectamente engrasada y marcada por el territorio, el producto de cercanía y la alta calidad de la materia prima que entran diariamente a sus cocinas.

En este restaurante de cocina creativa y sorprendente el mar nutre en un 70% el menú, con sabores muy arraigados al entorno pero con la personalidad propia de un chef que nació en Las Palmas de Gran Canaria y se formó en Reino Unido y Suecia.

El chef actualiza y realza los magníficos ingredientes que se encuentran en los mares, tierras y campos de las Islas Canarias como las carnes rojas, los pescados y mariscos de primerísima calidad o los quesos canarios para transformarlos en alta gastronomía canaria, combinando sabores, colores y texturas para sorprender y deleitar a los más exigentes comensales. Y todo ello maridado con una excelente carta de vinos en las que los vinos del mundo han ido dejando paso cada vez con más referencias a los exquisitos caldos de Canarias.

Dos menús degustación que cambian cada cuatro semanas

En La Aquarela defienden la cocina canaria creativa y sorprendente a través de dos menús degustación (Experiencia y Tierra), con unos fondos muy trabajados y potenciando el producto local, mientras invitan al comensal a realizar dos viajes muy diferentes por los distintos ecosistemas de la Islas Canarias.

La transformación de los menús cada mes permite al chef centrarse en el producto de cercanía y aprovechar su estacionalidad para usarlos en su momento de óptima frescura.

Te recomendamos…

  • Dos formas de presentar el bogavante: una con coco, curry verde y okra (un curioso fruto africano), otra en forma de medallones acompañados por raviolis de viera con jengibre y crujiente de queso Flor, un producto lácteo local premiado a nivel internacional que mantiene el peculiar sabor de la leche de las islas, rica en pastos aromáticos.

  • Sabor local con inspiración europea: Carpaccio de vaca frisona, con espárragos verdes, mojo seco y ralladura del raifort (un tipo de rábano), que junta la popular receta italiana con el sabor de la carne autóctona.

  • Lo mejor del salitre y los pastos: No puedes dejar de probar la tartaleta salada de erizo de Lanzarote y queso Flor de Gran Canaria, una delicada obra de arte para aturdir los sentidos.

Cómo llegar al Restaurante La Aquarela en Patalavaca

El Restaurante La Aquarela se encuentra en los Apartamentos Aquamarina, en el Barranco de la Verga. Si decides ir en transporte público, la línea 91 desde Las Palmas de Gran Canaria hace una parada en el aeropuerto para luego continuar directamente hasta el municipio de Mogán, haciendo parada en Patalavaca a los 30 minutos aproximadamente.

Si vas en vehículo propio, debes coger la autopista GC-1 en dirección sur hasta la salida 56, para coger la GC-500 y atravesar la localidad de Arguineguín. En la tercera rotonda, tras haber dejado a tu izquierda el cartel de Aquamarina, encontrarás la entrada al establecimiento.

Horario habitual

Miércoles - Domingo: 19:30 - 20:45 h.

Lunes y martes: cerrado

Precio Medio: 110 - 120 €

Teléfono: +34 928 735 891

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