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A tan sólo unos minutos en coche desde Santa Cruz de Tenerife, la capital de la isla encontrarás la magia del Parque Rural de Anaga, declarado Reserva de la Biosfera, un territorio en el que la naturalez ha ganado su mano a mano con el hombre y te envuelve y te sorprende a cada paso.

Los bosques de Laurisilva, la bruma que a menudo cubre sus abruptas cumbres recortadas, sus senderos milenarios o sus profundos barrancos que descienden hasta las playas de arena negra que bordean todo el Macizo de Anaga lo convierten en un un lugar único que te permitirá viajar en el tiempo y sentir de verdad el sonido de la naturaleza… y el silencio más cautivador.

Anaga, el macizo de los mil senderos

Anaga ha conseguido conservar sus valores naturales de manera excepcional. El Parque Rural de Anaga ocupa gran parte del macizo montañoso situado en el extremo nordeste de la isla de Tenerife. Con una extensión cercana a las 14.500 hectáreas es una sucesión de montañas de bordes afilados y barrancos profundos, cubierto de el manto verde de laurisilva y salpicado de caseríos encantadores.

La zona alberga además una fauna y una flora rica en endemismos. Pasea entre los troncos retorcidos y llenos de musgo de esta húmeda selva y te estarás adentrando en una de las áreas geológicamente más antiguas de Tenerife donde se representan casi todos los ecosistemas de Tenerife debido a las diferencias de altitud, de clima y de suelo.

Si quieres sumergirte en el verdadero espíritu de Anaga, tu excursión debe incluir el centro de visitantes de la Cruz del Carmen, en la carretera TF-1. Luego, una caminata por el sendero de los Sentidos y si vas a pasar más de un día en la zona, te recomendamos visitar el sendero de las Vueltas de Taganana, para disfrutar de la frondosa laurisilva y descubrir el caserío histórico, Taganana.

Atardeceres imposibles sobre calas de arena volcánica

La costa escarpada de Anaga está salpicada de playas y calas de fina y brillante arena negra volcánica y callaos. No puedes olvidar en tu visita a la zona pararte a respirar mientras disfrutas de un atardecer en la impresionante Playa de Benijo, te das un baño refrescante en la playa del Roque de las Bodegas o decides probar el parapente y aterrizas en la costa de Taganana.

Explorar Anaga es viajar a un lugar en el que la relación entre los humanos y su entorno era más estrecha y su protección ha permitido que siga siéndolo. Aprovecha para reconciliarte con el entorno, descalzarte y pasear sobre la delicada arena volcánica o darte un baño en sus aguas atlánticas para vivir esta incontenible erupción de sensaciones.

Cómo llegar al Macizo de Anaga

Si quieres acercarte a Anaga en transporte público podrás hacerlo en guagua desde Santa Cruz de Tenerife en las líneas 945 y 947 y desde La Laguna en las líneas 076, 077, 273, 274 y 275. Pero si realmente quieres disfrutar de la experiencia, te recomendamos visitarlo en vehículo propio, desde Santa Cruz de Tenerife, por la carretera TF-11, que une la capital con San Andrés, y luego la TF-12 hasta Igueste de San Andrés y El Bailadero, y desde allí la TF-134 hasta Taganana, Almáciga y otras playas de la costa.

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