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Conocido tanto por su persona como por su marca, el neoyorkino Marc Jacobs ha hecho de su nombre sinónimo del diseño original dentro del mundo de la moda. El imaginario del que se vale para sus propuestas siempre presenta resultados creativos y sorprendentes, que dejan al público queriendo hacerse con sus prendas como si fuesen objetos de coleccionismo. No por nada, además de ser el creador de su marca homónima y líneas adyacentes, estuvo también a cargo de la dirección creativa de Louis Vuitton durante casi dos décadas y es el autor de la colección grunge de Perry Ellis que tanta polémica suscitó en los noventa pero que ahora es considerada icónica.
La firma también trae básicos a nuestros armarios. Siguiendo con su aire desenfadado, las prendas más prácticas son camisetas, sudaderas y pantalones deportivos donde la tipografía del nombre Marc Jacobs gana importancia sobre colores más cotidianos como son el negro, el blanco y el azul. No se puede negar que Marc Jacobs es uno de esos casos especiales en los que tanto la casa de moda como la persona detrás de ella se vuelven iconos de la cultura popular. Tal es así, que Jacobs puede contar en innumerables ocasiones con estrellas del cine para modelar sus campañas.
Más allá de los conjuntos de ropa que es capaz de producir, sus propuestas de complementos también se han convertido en un imprescindible para los armarios más fashionistas. Los bolsos, siempre estampados con su nombre, presentan la estética característica de la marca junto con una practicidad que se adapta a todas las situaciones. De tote bags con gran capacidad (aptos incluso para una pequeña escapada) a bolsos cruzados que acompañan durante un día ajetreado recorriendo la ciudad, la paleta de colores tiene opciones como el sobrio negro todoterreno o tonos vibrantes como el rosa y amarillo con los que siempre sorprende Jacobs
